Plancha Espejo 820

 Juvenal Hidalgo

“Para la mantención de la máquina, había que lubricarla cuando uno iba en viaje, primero había que revisar cómo estaba el lubricador, el lubricador era el que lubricaba la moción de la locomotora, entonces se colocaba con esta gasetera que tenía un aceite especial, muy grueso, y por eso, para que pudiera echarse tenía que ser a temperatura, y aquí a este lubricador llegaba todo el vapor y hacía presión de él, entonces con estas tres llavecitas se regulaba el paso para ambos lados de las mociones, donde había un pistón que llegaba todo el vapor directo de la locomotora, para que pudiera moverse esta, por eso se llamaba gasetera; estas son las aceiteras, en donde se bajaba el maquinista y le colocaba aceite a todas las articulaciones que tenían las bielas con sus bronces, para que no hubiera un desgaste de demasiado bronce y empezara a golpear y se podían quebrar las bielas o los bronces; estos son tapones de lavado de la locomotora, del caldeo, entonces cuando la locomotora estaba fría, se sacaban estos tapones y venían los caldereros, que se les llamaba, a las personas que hacían el lavado del caldero, venían con unos pistones a alta presión y por aquí los lavaban y tenían un desagüe, el caldero lavado de abajo, entonces, aquí limpiaban todo para que no hubiera sarro y se pudiese mantener un buen estado para que haga una buena presión el caldero; este es el tubo de nivel, en el cual tenía que tener mucho cuidado uno de que se mantuviera de la mitad hacia arriba, para que si por algún motivo se descuidaba uno con el agua en el caldero, tenía unos tapones, los cuales eran de mantención, y esos tapones se soltaban, se derretía el plomo, algo así por el estilo que tenían como protección y no se fundiera el caldero; esto, aquí hay dos llaves, se ve la más grande, con la cual uno mantenía la velocidad del tren cuando habían bajadas, si se empezaba a exceder un poco la velocidad, la regulaba por este freno que enviaba aire de los cilindros de locomotora, de los depósitos de aire hacia los carros, y ahí hacía que el freno actuara; y un poquito más adelante aquí está una llave independiente que es la cual, cuando uno se detenía, dejaba frenada la locomotora por si acaso había algún deslizamiento; esta es la bandeja, era una bandeja donde se dejaban estas cosas para que se mantuvieran a una temperatura; aquí abajo no se alcanza a ver mucho, pero este es la puerta del fogón, que se abría, entonces, el fogón en aquella época se llamaba al ayudante y la tiraba carbón hacia adentro para mantener la temperatura y la presión ideal para un buen manejo de un tren, ya sea liviano o pesado; estas son llaves de desagüe, no se usaban casi nunca, simplemente que si acaso, cómo estaba, si funcionaba bien el agua del caldero, entonces se abría la llave un poquito y se cerraba inmediatamente para no perder presión; y aquí a este lado, al lado derecho siempre de la locomotora, de la cabina, iba el maquinista, y acá al lado izquierdo también otro asiento, e iba el ayudante”