Casa de Máquinas

Juan Quijada

“La casa de máquinas en sí, el jefe de casa de máquinas era el funcionario de tracción que era el supervisor del estamento, entonces nosotros, después de ese concurso, hubimos 2 de aquí de Temuco que aprobamos, y con René nos… René Fuentes Fuentes era el otro, desafortunadamente fallecido ya, y Renecito dejó el servicio los primeros días de junio del año 95, entonces ahí ya me quedé solo, por eso que yo fui el ultimo, y cuando hicimos ese cierre, era un cierre, como te dijera, simbólico, de la casa de máquinas,  lo único que hicimos, izamos el pabellón nacional, lo bajamos, y se lo entregamos ese pabellón nacional de la casa de máquinas, al que era en ese tiempo uno de los precursores del museo ferroviario. Me costó después un buen poco para que esa bandera llegara realmente al museo, pero sí, sí se logró (…) Ese día nos juntamos, había en ese entonces sindicato y centro laboral, entonces yo les dije a los muchachos “miren, nosotros aquí, ustedes saben, tenemos esta situación y no podemos hacerla así nomás, entonces si ustedes me colaboran yo quiero que hagamos  un cierre en la que nos juntemos todos los que estamos aquí, invitemos a las jefaturas de esto, de la estación”, había un ingeniero a cargo de todos los servicios, y, don Eduardo Cepeda, lo invitamos a él, los otros, y ahí hicimos algo, un navegadito con unas empanadas que nos hicieron por ahí, y al final había que entregarle la documentación a la carga, a los particulares, entonces, días muy tensos, como que nos mirábamos y… aunque nosotros ya dejábamos de ser funcionarios de ahí, pero seguíamos porque los meses siguientes yo fui llamado desde Santiago a incorporarme al cuerpo de inspectores del departamento tracción y tráfico, por lo tanto yo me movía en el tren que yo quisiera”