Autocarril
c. 1928
* También llamado Autopresidencial. Origen EE.UU.
María Eugenia Hidalgo
“…que al fin fue un coche presidencial, en donde este fue ocupado por el general Carlos Ibáñez del Campo, en el año 1952 al 58 más o menos, en donde prestó servicios y, lo particular de este autito es que tenía para circular en los rieles, en los fierros, y también se le podía poder un neumático que podía andar fuera de los rieles, pero fue el icono, digamos, de aquel entonces, y yo pienso que todavía lo es, porque después del uso, prestaba servicios, digamos, al presidente, fue como un anexo después a Iquique y a Pueblo Hundido, y después, con el correr de los años se lo trajeron de nuevo a Santiago, para que quedara de uso del gerente del tema ferroviario Santiago, y después, con el correr del tiempo, en el año 2004 más o menos, en donde el presidente Lagos decidió traerlo hasta acá, en donde ahora lo tenemos como una pieza exquisita, digamos, de exhibición, porque es precioso. Eso es lo que, digamos, en definitiva, este autito prestó el servicio”
María Eugenia Fuentes
“Es que imagínate de recordar cuando íbamos a las ramadas y que lo pasábamos super bien, siempre lloviendo, me acuerdo, porque siempre llovía y nosotros todos mojados empujando el auto, y don Jorge Igli, y qué sé yo, y mi viejo, mi mami, todos po, entonces son recuerdos que te marcan, que te quedan, o sea, es cierto, los niños nunca olvidan, y eso muy cierto porque yo tengo patentito cuando a nosotros nos llevaban de paseo en un auto así, es más, ellos tenían camiones y en los camiones en el verano echaban camas, todo, y nos mandábamos una semana en la playa y nos hacían dormir en los camiones, cachai, entonces dime cómo no van a ser… así que no, por eso que yo lo digo, es cierto, ferrocarriles no tenía auto, pero este auto a nosotros nos identifica con don Jorge Igli que fue, a quién le preguntes tú, el mejor, el mejor en locomotoras, arreglar locomotoras, Jorge Igli Luksic las armaba y las desarmaba en dos tiempos, por eso que me trae recuerdos esto"
María Eugenia Fuentes
“Si bien es cierto, ferrocarriles no tenía autos ni nada, pero había un funcionario que era don Jorge Igli, que él era seco, digamos, él se metía a una locomotora y te la armaba, te la desarmaba y te la volvía a armar, y él tenía uno de estos, sabes tú, y a nosotros, todos los años pal dieciocho nos sacaba a las ramadas en este auto (…) entonces ellos nos echaban al auto, a todos los cabros chicos, y nos llevaban a las ramadas cuando estaban allá en la SOFO, donde está el casino ahora, donde está el mall y toda esa cuestión, antes la SOFO estaba allá, y allá estaban las ramadas, entonces él nos llevaba y siempre me acuerdo que la cuestión se echaba a perder y después teníamos que empujarlo, cachai, entonces veníamos todos los cabros chicos empujando el auto, pero lo pasábamos chancho”